Durante la temporada invernal existe una mayor probabilidad de que contraigas enfermedades respiratorias, dado que el frío provoca que tus mucosas de la vía aérea alta disminuyan su capacidad defensiva.
De esta forma, con frecuencia solemos confundir la influenza con el resfriado, puesto que comparten un conjunto de síntomas que provocan los virus. Sin embargo, lo cierto es que ambos varían tanto en su origen, tratamiento, como en el tiempo para que nos recuperemos de ellos.
Para que puedas conocer de sus diferencias y cómo combatirlos, nuestros médicos de IntegraMédica han explicado en qué consisten cada uno y otorgado algunas recomendaciones para que pases este invierno de la mejor manera.
Ambas enfermedades respiratorias son provocadas por virus. En el caso de la gripe o influenza esta es causada por el virus de la Influenza, por lo que también podremos referirnos de esta forma al padecimiento.
Hay que recordar que la influenza grave es una enfermedad prevenible, por lo cual, si tienes factores de riesgo, debes vacunarte anualmente en las fechas que informa el Ministerio de Salud.
Además de ello, hay que mencionar que gracias a las vacunas el Covid-19 se han moderado sus síntomas y muchas veces los podemos confundir con un resfriado común.
Mientras que en el caso de los resfríos en los adultos pueden ser generados por varios tipos de virus, generalmente asociados a los de la familia de los rinovirus.
A nivel general, la diferencia más clara entre la influenza y el resfriado es la intensidad de sus síntomas. Por un lado el resfrío es leve, tiene una duración más corta y sus síntomas llegan de forma gradual.
Al contrario, la influenza es debilitante, se caracteriza por la falta de fuerza o energías y un dolor muscular generalizado, provoca fiebre y la sintomatología aparece de forma súbita.
Ahora bien, cuáles tienen en común y en qué otros se diferencian:
Los síntomas aparecen de repente, son más severos y pueden durar entre una a dos semanas.
Para ambos padecimientos el tratamiento es bastante similar. En general, en el caso del resfriado común las personas pueden seguir haciendo su vida normal, para la influenza algunas personas pueden requerir reposo que debe evaluarse caso a caso.
Nuestros especialistas aconsejan bastante hidratación y, en situaciones donde la fiebre se mantenga alta, acudir al médico para que efectúe la evaluación del cuadro.
Además, la influenza puede ser particularmente grave en los adultos mayores, embarazadas, pacientes con enfermedades crónicas, o con el sistema inmune debilitado por enfermedades como el cáncer o VIH o por tratamientos médicos como los trasplantes de órganos.
Por lo cual, si estás en estos casos es importante que siempre te vacunes todos los inviernos en las fechas que el Ministerio de Salud informa.
Asimismo, el equipo médico recomienda efectuar estas prácticas para aliviar los síntomas:
En este sentido, es importante que no te automediques con otro tipo de fármacos que son recetados exclusivamente por un especialista. Del mismo modo que desistas de tomar antibióticos los que serán inútiles, debido a que atacan bacterias y no virus, por lo que no harás mejorar tu resfrío o gripe.
Para el caso de niños y niñas sobre todo en los menores de dos años, si tiene fiebre persistente por más de 72 horas o dificultad para respirar (se le hunden las costillas, le silba el pecho o tiene los labios morados) es preferible que recurras a su pediatra y si tiene los últimos síntomas a un servicio de urgencias, para que evalúe el estado.
Durante el invierno circulan otros virus como el respiratorio sincicial que los afectan de manera mucho más grave que a los adultos.
Recuerda que puedes mitigar algunos de los síntomas brindándole diferentes líquidos y manejando la fiebre.
Hay diversas acciones que puedes hacer en el día a día para prevenir ambas enfermedades. Algunos consejos son: