¿Cómo saber si tengo VIH?

El VIH o Virus de Inmunodeficiencia Humana es una enfermedad que afecta a millones de personas en todo el mundo. Aunque tiene años de investigación, esta condición tiene tratamientos para mejorar la calidad de vida, pero no existe una cura.

Su detección temprana es fundamental, ya que muchas personas no se enteran de que padecen de la enfermedad hasta que los síntomas son muy avanzados y están generando problemas en la calidad de vida.

Gracias a los especialistas de IntegraMédica, en el siguiente artículo te explicamos en qué consiste esta enfermedad, algunos síntomas característicos para identificar la condición y las formas de tratamiento que se pueden entregar para sobrellevar la enfermedad y entregarle al paciente una mejor calidad de vida.

¿Qué es el VIH?

El Virus de Inmunodeficiencia Humana es un virus que ataca el sistema inmunológico, debilitando las defensas del cuerpo ante diferentes tipos de enfermedades e infecciones. A lo largo del tiempo, si no se trata esta condición, el VIH puede destruir tantas células inmunitarias que el cuerpo se queda vulnerable ante infecciones graves o ciertos tipos de cáncer. Es en esta etapa más avanzada es cuando el VIH puede derivar en el SIDA.

Diferencia entre VIH y SIDA

Es importante conocer la diferencia entre el VIH y el SIDA, ya que implican ciertas diferencias:

• VIH: Al virus que genera la infección y la enfermedad se le conoce como VIH. Las personas pueden vivir años con este virus sin presentar síntomas o con pocos síntomas no aparentes, pero de igual manera pueden contagiarlo. Sus sistemas inmunes también pueden encontrarse comprometidos pero con la capacidad de defenderse.
• SIDA: Cuando avanza la infección, se puede convertir en Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida, donde el sistema inmune está gravemente dañado. En esta etapa el cuerpo es incapaz de combatir ciertas afecciones empeorando la calidad de vida y generando mayores posibilidades para otras enfermedades.

Las personas pueden vivir con VIH con el tratamiento adecuado por bastante tiempo, sin que la enfermedad se convierta en SIDA. Por lo mismo, es fundamental conocer esta afección y estar atento a sus síntomas para empezar el tratamiento y control lo antes posible.

Síntomas del VIH

Esta enfermedad puede ser difícil de detectar, ya que los síntomas pueden variar mucho en cada persona, sobre todo de acuerdo a la etapa en la que se encuentre la infección.

Infección primaria o fase aguda

En un periodo de 2 a 4 semanas pueden aparecer síntomas agudos de la infección, similares a los de un resfriado o gripe, conociéndose esta etapa como fase aguda. De igual manera, existen personas que no presentan síntomas en estos días o semanas. Algunos de los síntomas posibles son:

• Dolor de cabeza y fiebre
• Dolor de garganta
• Diarrea
• Dolores musculares
• Inflamación de ganglios linfáticos
• Sarpullido en la piel

Infección latente o fase crónica

Después de las semanas donde se considera fase aguda, la infección por VIH puede pasar a ser crónica, donde el virus está activo, pero puede no presentar síntomas. Aunque no se presenten síntomas, si está detectado el virus es fundamental recibir tratamiento para evitar el avance de la enfermedad y evitar que se convierta en SIDA.

Infección sintomática o SIDA

Al no recibir tratamiento, el VIH puede avanzar y terminar en SIDA. Al estar muy debilitado el sistema inmune, existen enfermedades oportunistas o tipos de cáncer que afectan a la persona en este proceso. Algunos síntomas de que la enfermedad avanzó son los siguientes:

• Pérdida de peso
• Fiebre y sudores nocturnos recurrentes
• Fatiga extrema
• Diarrea prolongada
• Debilidad y cansancio constante
• Lesiones o manchas blancas en la boca, garganta o genitales

Tratamiento para VIH

El VIH no tiene cura, pero existen tratamientos efectivos que permiten controlar el virus y llevar una vida saludable. El tratamiento estándar es la terapia antirretroviral (TAR), que consiste en tomar una combinación de medicamentos que ayudan a reducir la cantidad de virus en el cuerpo a niveles indetectables. Esto no solo protege tu salud, sino que también reduce significativamente el riesgo de transmitir el virus a otras personas.

Es de vital importancia lograr prevenir esta enfermedad, por lo que existen acciones preventivas que son importantes de adoptar. Entre ellas, usar preservativos a la hora de tener relaciones sexuales y no compartir agujas.